La mayoría de estudiantes de idiomas muestran una mayor preocupación e inseguridad a la hora de enfrentarse al examen oral. El speaking es la parte en la que realmente demostramos varias destrezas adquiridas durante el aprendizaje, desde las construcciones gramaticales, el vocabulario, frases hechas o expresiones y pronunciación, como la capacidad de listening. Generalmente en un speaking se realizan varias preguntas de distinta temática o se presenta un tema con el fin de que se recree una situación real en la que entablamos una conversación en el idioma que estamos aprendiendo. Por lo tanto, debemos tener claro que se trata de una oportunidad excepcional para demostrar todo nuestro conocimiento adquirido. A continuación os doy varios consejos para realizar un examen oral del modo más eficaz.
¿Qué debo hacer?
Ante todo relajarse y evitar los nervios, ya que pueden bloquearnos y no permitir que se desarrolle la conversación de forma natural y fluida. Siempre hay que saber y estar seguros de qué se nos está preguntando. Más vale pedir que repitan de nuevo la pregunta o formularla de nuevo; que responder de manera equivocada debido a una mala interpretación.
Hay que responder a las preguntas que se nos hacen o hablar del tema propuesto, pero si no tenemos los recursos suficientes podemos “desplazarlo” a un tema que dominemos. Por ejemplo, si nos preguntan por nuestros hobbies y en ese momento sólo somos capaces de recordar un ejemplo, en vez de ponernos nerviosos e intentar recordar más, profundizaremos en el ejemplo dado con información adicional como cuando lo practicamos, porqué nos gusta… A la hora de responder haced uso de frases sencillas, aprended palabras y expresiones útiles pero no las repitáis en exceso.
¿Qué debo evitar?
No hay que decir la verdad, no importa ser sinceros, hay que saber hablar un idioma. Me explico, hay alumnos que ante todo quieren ser sinceros y el propósito de un examen oral no es conocer la vida del alumno ni ser un interrogatorio. Ese tipo de preguntas son ejemplos de preguntas cotidianas cuyo fin es comprobar que el alumno responde correctamente. Por ejemplo, si os preguntan: “What did you do last weekend?”, lo que se pretende es que uséis tiempos verbales en pasado y vocabulario relacionado con el ocio y tiempo libre. No perdáis ese valioso tiempo intentando recordar que hicisteis realmente ya que al examinador no le interesa la información real, sino como os expresáis y habláis de ese tema.
En el caso de que estemos en mitad de la conversación y queremos decir una palabra concreta y no la recordamos, hay que evitar quedarse en blanco pensando en esa palabra exacta, si no nos acordamos, podemos definirla o pensar en un sinónimo.
No traducir (o al menos que no se perciba). Hay muchas personas que tienen la mala costumbre de tener que traducir todo. Si es simultáneamente, no es tan inadecuado, pero lo que no es correcto es repetir la pregunta en voz baja y mirando al infinito. Ese gesto da una sensación muy negativa puesto que da a entender que no sois capaces de mantener una conversación normal. En su lugar, siempre podéis utilizar infinidad de recursos para daros unos segundos e interpretar la pregunta o pensar la respuesta; desde el uso de “conversation fillers” o muletillas (well, anyway, what I mean…), volver a repetir la pregunta formulándola de nuevo (What are your favourite hobbies? -> What are my favourite hobbies?) o decir una frase que os dé tiempo para pensar (It’s a good question), pero recordad que debéis evitar las traducciones literales.
De cara al examen
Si os presentáis a un examen, tened claro como es la estructura del mismo, de qué partes consta y qué temas se van a tratar. Durante el examen hay que mostrarse tranquilo, confiado y seguro; si cometéis un error no os preocupéis, corregidlo y continuad. Otro punto clave es hablar con claridad y evitar pausas largas o frecuentes, además de mantener el contacto visual y mantener una sonrisa, evitando siempre la cara de pánico.
En el caso de los exámenes de Trinity recordad que es una conversación, no un monólogo, y tenéis que hacer varias preguntas al examinador sobre el tema que estéis hablando, como si se tratara de una charla con un amigo. Si una de las partes se trata de la presentación de un tema, hay que desarrollarlo adecuadamente y tener clara la organización, pero no hay que memorizarlo. Recordad que el examinador os interrumpirá o puede haceros preguntas relacionadas con el tema que vosotros no habíais contemplado y eso os hará perder el hilo de la presentación.
¿Cómo mejorar?
Sin duda, practicar mucho, ya sea con los compañeros de clase, recreando diálogos o posibles preguntas de examen como grabarse uno mismo; y practicar pronunciación. Tratad siempre de dar respuestas elaboradas, no limitaros a Yes o No: durante un speaking se está examinando vuestra capacidad de expresaros en inglés.
Durante un ejercicio de speaking en clase procurad hablar con vuestros propios recursos y poned en práctica vuestros conocimientos, no preguntéis al compañero o al profesor cómo se dice una palabra o cómo se formula una frase e intentad no usar el diccionario. Durante un examen no podéis hacerlo, así os ponéis en situación.
Espero que todos estos consejos os hayan servido como ayuda para mejorar vuestros ejercicios de speaking en clase y mejoréis esa destreza. Y por supuesto, espero que los pongáis en práctica en vuestros próximos exámenes.
Mabel Sánchez es profesora de
Centro Local de Idiomas de Navalvillar de Pela
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